
Las mesas de plástico de jardín ofrecen una alta funcionalidad a un precio mucho más económico.
A pesar de contar con una resistencia menor que otros muebles como las mesas de madera, los forjados o el acero, el plástico ofrece una estabilidad media más que suficiente para aguantar a la intemperie y con garantías un uso habitual diario.
¿Por que elegir mesas de plástico?

El plástico es un tipo de material muy útil para el uso en exteriores. Por su fabricación no se ve afectado frente a cambios bruscos de temperatura y muestra una gran resistencia tanto al calor extremo como a las bajas temperaturas invernales.
La exposición continua ante la lluvia o la humedad al contacto con la piscina no perjudica sus propiedades. De igual forma, tampoco se ve perjudicado por factores externos tan comunes como las formaciones de moho, el ataque de insectos o la oxidación.

Otra de las grandes ventajas de las mesas exteriores de plástico es precisamente su fácil limpieza y mantenimiento en comparación con el resto de materiales. El plástico no requiere ningún tipo de mantenimiento; ni barnizados, ni aceites protectores, ni pintados regulares… para su limpieza sólo será necesario un trapo bañado en agua con jabón.
Es importante destacar otro de los grandes alicientes en las mesas de plástico; su gran ligereza. El plástico es uno de los materiales más ligeros en la fabricación de muebles de jardín. Un factor a tener en cuenta cara a las necesidades de traslado o movilidad frecuente de los muebles.
Si todo esto aún no te ha convencido puede resultar interesante recordar que las mesas de plástico son muebles considerados de bajo coste, un precio mucho menor en comparación con la mayoría del resto de materiales, sobre todo los mesas forjadas y los modelos en madera.
¿Y sus inconvenientes...?

Lamentablemente, el plástico también tiene inconvenientes; comenzando por su estética y diseño. Las mesas de plástico carecen de la belleza y encanto natural de los muebles de madera, no cuentan con la elegancia y rotundidad de los conjuntos forjados y, por supuesto, del encanto tan particular de los muebles de ratán.
De igual forma, a pesar de su resistencia media frente a los agentes atmosféricos externos, su periodo de vida es menor que la del resto de materiales. El plástico es un material frágil, que a pesar de soportar factores como la lluvia o la nivel sin problemas, sí puede quebrarse con facilidad ante un peso excesivo o golpes rutinarios.
Las mesas de plástico no se revalorizan con el tiempo. No suponen un mueble de duración a largo plazo como las mesas de teca, de ratán o de acero que, con el paso de los años, toman una apariencia más interesante.
Finalmente, hay que tener en cuenta que el plástico es un material ligero; una característica muy ventajosa cara a su movilidad por traslados, pero un inconveniente importante al perjudicar su estabilidad frente a factores externos como los fuertes vientos.